La ciencia del mal

 La ciencia del mal

Cada cierto tiempo, dos años para ser exactos, en mi país se observan grandes movilizaciones de personas transportándose en distintos medios, usando ropa con colores afines, vociferando, ingiriendo bebidas alcohólicas, con música alta.

Cada cierto tiempo, dos años para ser exactos, mi país es disfrazado con pancartas, con rostros de personas en afiches. Se escuchan discursos por aquí y por allí, con promesas, palabras bonitas; nos inundan las propagandas por los medios de comunicación de masas.

Cada cierto tiempo, dos años para ser exactos, altas sumas de dinero, miles de millones de pesos del presupuesto nacional, se destinan a esta costumbre nacional que en mi país se llama "política ".

Cuando el jolgorio termina y los días corren, la insatisfacción inunda el corazón de la mayoría. Aquel líder que hablaba bonito no actúa, sus palabras se las llevó el viento; hipnotizó a todos, los compró y luego que se sentó, sufrió una amnesia parcial. Por eso, solamente recuerda a los compañeros de su banda , con quienes elaboró su plan maligno, entre quienes se reparte el botín.

Eso ciertamente confunde un poco. ¿A esto se llama política?, ¿no dizque es una ciencia?

Por su etimología, la política es una práctica que se centra en el ciudadano, es la actividad humana que tiene como objetivo gobernar o dirigir la acción del Estado en beneficio de la ciudad. La ciencia estudia entonces, los sistemas y comportamientos políticos.

En mi país, a este término se le ha dado otra interpretación, en los diccionarios de la nación lleva otra definición: "La ciencia del mal" , de compra de influencia, de manipulación, de robo, de demagogia. Lo duro de esto es que se repite la misma historia cada cierto tiempo, dos años para ser exactos. Parece como si recurrieran a fuerzas malignas para mantener hechizados a todos.

La triste situación seguirá repitiéndose hasta que ciudadanos conscientes del estado en que se encuentran, despierten y aprendan sus leyes y las den a conocer al resto de la masa, con lo que se romperá el hechizo que por los siglos de los siglos servía a La ciencia del mal para mantenernos subyugados.